Gente, dejo acá una nota que escribió el Sensei Lea de Agenda Finde, me parece más que interesante porque muestra la movida desde otro punto de vista, rescato sobre todo la reflexión que deja al final.
Seguro a más de uno le va a caer mal y va a responder con una puteada o algo quizás peor, solo tengo algo para decir al respecto: muchachos no ganamos nada con violencia, leanlo, si les parece que es incorrecto caguense de risa, si les parece verdad piensen que podemos hacer para mejorar todos.
Sin más, les dejo la nota:
LOS MALES DEL ROCK LOCAL
me dijeron que esta nota no debería publicarse
x EL SENSEI
Las tres cosas que, a mi entender, hacen daño al rock local.
EL CIRCO PSEUDO CULTURAL
“Hay que ofrecer algo más” es la frase que se viene escuchando desde hace un tiempo. Y “algo más” podría ser una murga, una performance, un dj, un vj, o cualquier evento artístico que se sume al espectáculo principal.
A primera vista, parece un excelente cruce de colaboraciones interdisciplinarias que enriquece la cultura. A segunda vista, sólo puede significar dos cosas: el show central es de una chatura espantosa o a nadie le interesa y hay que armar un circo alrededor para que alguien pague la entrada.
Es verdad, el show gana en lo artístico; pero no nos engañemos. El circo se arma porque se espera que, de esa manera, el público encuentre un espectáculo atractivo y regrese la próxima vez sabiendo que se va a divertir.
Perfor, videos, murga… las verdaderas estrellas de la noche. Hasta se diría que la bandita es apenas un accesorio necesario que debemos soportar mientras nos tomamos una cerveza.
LA FALTA DE ESPACIOS ALTERNATIVOS
Y nos referimos a espacios verdaderamente alternativos, como esos pubs que existen en otras partes donde tocan bandas emergentes, esas que llevando poca gente no son funcionales a los locales con grandes gastos de funcionamiento. Es evidente que en estos grandes locales sólo funcionan las bandas con buena convocatoria. El resto son condenadas a festivales sábana o a tocar en el patio de su casa (opción de la que hablaremos la semana próxima).
Por supuesto, existen los centros culturales. Por desgracia tienen falencias terribles: eligen a las bandas en función de su estilo apto para todo público, con lo lo cual quedan afuera excelentes artistas cuya música es indigerible para las masas. O se manejan con amiguismos y terminan tocando siempre los mismos, conformando una cofradía imposible de romper.
Las disposiciones y ordenanzas municipales atienden el reclamo de los vecinos y cierran lugares para evitar ruidos molestos o la peligrosa presencia de jóvenes en las calles. Pero a nadie se le ocurre que el joven también es ciudadano y consume arte. Pero no la cultura populista y masiva en la que se gasta el presupuesto cortando una avenida principal, sino pequeñas cosas que quizás no aportan votos; pero si alimentan la cultura de un pueblo.
Por suerte no cierran los lugares donde tomarse una cerveza.
PAPI ME REGALO LA VIOLA, ARMEMOS UNA BANDA
Del lado de las propias bandas, no existe un profesionalismo. Es verdad, están los que quieren dedicarse al arte, procuran ganar público y crecen cada vez más con actitud de hormiga; pero también están los que tocan porque papito les compró la viola y no les importa mucho más. Ni generar una buena difusión, ni obtener mejores condiciones para desarrollarse y mucho menos entienden que esto es un trabajo duro entre todos. Gente que hace de pesado lastre y encima pretende imponer condiciones.
Hasta se han metido en nobles proyectos cooperativos y han puesto precio a sus cabezas: 200 pesos por tocar o hacer un boicot para que los locales no tengan público ya que son ellos los que llevan gente. Error! Grave error. Error muy grave. Una fiesta con algo de música y unos videos atrae más gente y genera menos gastos. Ya lo dijo el dueño de un local: “Cuando me traigan 200 personas cada uno, les pago con gusto”.
Sin engaños: son contadas las bandas que llevan más de 30 personas, sin contar que son generalmente amigos, que no van siempre, que piden pasar gratis y se quejan si no hay un trago de regalo con la entrada.
Podrían hacer el “aguante”; pero en realidad quieren tomarse una cerveza.
Evidentemente existen muchas cosas más que aportan al estado del rock local; pero estas parecen ser las que, actualmente, influyen más para crear un estado paupérrimo donde las buenas ideas no tienen el público que merecen y otros caen en ser simples soportes de bandas de afuera. Los recursos van a lo seguro y muy pocos apuestan a futuro.
Si queremos generar cultura artística, el problema no está solamente en los espacios y mala fe de cierta gente, sino en todos. Sería bueno trabajar para que ganemos todos y no sólo las fábricas de cerveza. Sabrá cada uno cómo aportar en ese sentido. Si alguno sabe cómo, le invito una cerveza.
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La nota se puede leer en http://agendafinde.com.ar/?p=592 y tambien se pueden dejar comentarios que serán leidos por el autor de la misma.